Si a ello sumamos un pequeño aumento de las visitas y el aumento en preguntas por nuestros servicios empresariales, y que algo ha bajado el paro en San Pedro, parece que efectivamente la crisis ha tocado fondo, aunque las familias y las pequeñas empresas sigamos igual.

Desde DPi siempre hemos denunciado la fatal situación que sufría y sigue sufriendo la clase media y baja Española, y seguimos considerando que aunque la recuperación pueda estar notándose en las macroeconomías, la microeconomía sigue estando bastante mal, pero la esperanza es lo último que debe perderse.

Ahora, que si no la luz si parece que se empieza a ver un resplandor, es cuando se deben habilitar las medidas necesarias para evitar que sigan cerrando empresas y facilitar que puedan abrirse más, ya que son ellas las que tienen en su mano la creación de puestos de trabajo y la mejora de la microeconomía que tanto se necesita para evitar la angustia que tantas familias están viviendo.

Para ello consideramos imprescindible que las tasaciones de bienes se hagan con más rigor, que fluya el crédito, que se reduzcan los impuestos a las pequeñas y medianas empresas, que se ofrezca mora en los préstamos a las empresas con posibilidades de salir de la crisis, que se abarate el costo administrativo y político de las administraciones y, en suma, que todos hagamos un esfuerzo personal que hasta ahora sólo hemos hecho los administrados de a píe.

Nada nos ilusionaría más a los responsables de DPi que poder felicitar al Gobierno Central, Regional y Local por el final de la crisis y la vuelta a la normalidad en las pequeñas y medianas empresas, y especialmente en las familias, pero mucho nos tememos que para eso aún queda un largo trecho por recorrer, y mientras llega pedimos encarecidamente que nuestros gobernantes se mantengan sensibles para paliar los sufrimientos de las personas, que sin comerlo ni beberlo están pagando los excesos cometidos por quienes nos han "desgobernado" durante tantos años y han destrozado el progreso de varias generaciones de la sociedad Española.

Sabemos que realizar ese análisis desde el poder, con un importante sueldo mensual que no falla, es de difícil entendimiento, pero quizás entren en razón quienes nos Gobiernan si se plantean su tarea como un servicio público temporal a la ciudadanía y no como un puesto de trabajo definitivo y bien remunerado, aunque sean pésimos los resultados de la gestión que realizan.

Las promesas de reducción del número de políticos y de los sueldos de estos siguen sin cumplirse, y esa es, a nuestro entender, una de las cuestiones fundamentales para que la reducción de gasto de las administraciones pueda llevarse a efecto sin tener que recortar servicios sociales y servicios en general que tanto tiempo costó conseguir, además de no permitir las bajadas de impuestos que tanto prometen todos antes de sentarse en la poltrona.